DEL 23 AL 25 DE NOVIEMBRE DE 2017, LOS ALUMNOS DE RELIGIÓN DE 3º Y 4º ESO HAN REALIZADO UNA ACTIVIDAD EXTRAESCOLAR PARA CONOCER:
LA CATEDRAL DE SANTIAGO, DE MONDOÑEDO Y DE OVIEDO.
En el viaje realizaron muchas más visitas:
- Estuvieron en Cudillero, típico pueblo asturiano.
- Recorrieron la Playa de las Catedrales
- Caminaron al pie de la Torre de Hércules en la Coruña y estuvieron en la Plaza de María Pita.
- En Santiago también visitaron el Museo del Pueblo Gallego.
Los alumnos/as aprendieron a convivir y estuvieron muy atentos a las explicaciones de todos los guías.
Creo que ha sido un viaje muy productivo para todos.
A
la vuelta del viaje, el alumno Mario San Vicente del 4º1, hizo un
relato, que añado a continuación; de sus experiencias en el viaje a
Santiago de Compostela:
"Los pasados días 23, 24 y 25 de noviembre,
los cursos 3º y 4º de la ESO de religión, nos embarcamos junto con nuestras
profesoras Elena, Olga y Milagros, en una maravillosa aventura por Santiago de
Compostela, lo cual no fue impedimento para poder disfrutar de otros lugares de
Galicia como la playa Das Catedrais o
la Torre de Hércules en A Coruña, y de Asturias como Cudillero. Esta es la
historia de un viaje en el que la pasamos bien, nos reímos, y lo más
importante, aprendimos mientras hacíamos amistades.
23
DE NOVIEMBRE, JUEVES:
El primer día empezó
partiendo de nuestro querido instituto a las 8 de la mañana, es decir, tocaba
madrugar. Hora y media después de salir de Santander, hicimos nuestra primera
parada del día en Cudillero, el pueblo de Elena. Nos contó que parte de su
familia y su apellido era de allí, que era un pueblo pesquero y que nos iba a
encantar, y como siempre no se equivocaba. Estuvimos un rato haciéndonos fotos
en un mirador mientras disfrutábamos de las vistas, sin duda nadie quedó
indiferente. Tras volver al bus y estar un rato más, volvimos a parar ya en
tierras gallegas, esta vez en la playa Das
Catedrais, cerca de la frontera con Asturias. Tuvimos mucha suerte, ya que
la marea estaba baja y pudimos verla mucho más en profundidad, y mereció mucho
la pena. Como en Cudillero, nos hicimos fotos, disfrutamos las vistas, y vuelta
al bus. Después de otro rato de viaje entre risas y bromas, pasamos un rato por
A Coruña, donde vimos la Torre de Hércules, uno de los pocos faros construido
por los romanos que queda en pie a día de hoy, y estuvimos paseando por la
plaza de María Pita. Cuando nos dirigimos esta vez al bus para ir esta vez sí
dirección Santiago de Compostela, un pequeño susto invadió el bus: Bea no
encontraba el móvil. Pero tras un rato de intensa búsqueda, aunque parecía que
no iba a aparecer, ¡llegó Martín el
Salvador y lo encontró! Finalmente dejamos las cosas en el hotel, fuimos a
cenar, y de nuevo al hotel a descansar.
24
DE NOVIEMBRE, VIERNES:
Una vez en pie, fuimos a desayunar
a un bar debajo del hotel y proseguimos con nuestra aventura. De camino a la
Catedral para la visita guiada, nos paramos a ver una Iglesia, la Iglesia
Parroquial de San tomé, con cuidado de que no nos atropellasen los coches,
seguimos avanzando. Una vez llegamos a la Plaza de Obradoiro, donde se
encuentra la catedral. Elena nos estuvo explicando que uno de los edificios era
utilizado antes como hospital para los peregrinos que decidían hacer el camino,
así como los distintos tipos de peregrinos que había. Después estuvimos un rato
viendo la fachada de la catedral como la puerta del perdón, que solo se abre en
año santo. Entramos en la catedral para abrazar al Santo y ver el interior,
pero desafortunadamente había alguna cosa en restauración, como el Pórtico de
la Gloria, una de las partes más conocidas de la Catedral. Alrededor de las
12:30, empezamos la visita dividida en dos grupos, y pudimos ver con más
detalles y anécdotas tanto el interior como lo alto. Nos dijo que había una
especie de “pozo” llamado Cruz dos
farapos en donde los viajeros que hacían el Camino tiraban sus viejas ropas
sucias para ponerse unas nuevas. También tuvimos otra visita guiada por el
casco antiguo, en donde nos explicaron más a fondo toda esa parte. Tras tanto
andar, tocaba reponer fuerzas, así que, tras comer, procedimos a seguir. Vimos
lo que nos quedaba por ver de la Catedral y fuimos a visitar de una manera
diferente el Museo del Pueblo Gallego. En vez de tener un guía que nos guiase
por el museo, Elena nos dio una hoja con preguntas, nos organizamos por grupos,
¡y a jugar! Tras una hora aproximadamente de gimkana, nos fuimos a cenar, y
después al hotel a descansar para afrontar el último día.
25
DE NOVIEMBRE, SÁBADO
El último día, desayunamos y
ya con las maletas hechas, nos embarcamos en el bus rumbo a tierras cántabras,
pero con paradas a lugares muy interesantes y bonitos, por supuesto. Primero
paramos en la catedral de Mondoñedo, en Galicia todavía, donde vimos con un
telefonillo de guía la Catedral entera, explicada lugar por lugar. Una vez
terminada de ver, cogimos el bus otra vez, y tras pensar un rato si parar en
Oviedo a ver la catedral o no, decidimos parar y verla, de catedral en catedral
y tiramos porque nos toca. Como en Mondoñedo, nos dieron unos telefonillos y
nos pusimos a escuchar lo que decía la guía, pero solo algunos puntos, ya que
era muuuuy grande y si no, no daba tiempo. Aprovechando el momento, comimos ahí
y nos volvimos a dirigir, esta vez sí, a Santander.
¿Qué tal os ha parecido el viaje, chicos?
Algunos alumnos tanto de cuarto como de
tercero han dado su opinión sobre el viaje, veamos qué dicen:
“Pues la verdad es que fue
un poco loca debido a que, como soy una gran jefa de grupo, me perdí por
Santiago y Elena casi nos mata ya que nos encontró a unos cuantos en una
habitación viendo la tele, aun así, fue divertido” Alejandra S. 3º
Me lo he pasado muy bien, me
han gustado mucho las catedrales y sobre todo Santiago. Volvería a repetir el
año que viene” Pablo S. 4º
“Me lo pasé muy bien, aunque
nos perdimos un día por la calle, nos pilló en la habitación y Elena casi nos
mata, pero por lo demás estuvo genial” Bea B.
3º
“Disfruté mucho la salida a
Santiago de Compostela ya que pude pasar tiempo con todos mis compañeros,
aprendiendo y conociéndonos un poco más. Fue muy agradable viajar con
profesoras como Olga y Milagros ya que son unas profesoras muy majas y
transmitían mucha confianza. ¡Un gran viaje!” Lucía R. 4º
“La excursión me pareció que
estaba muy bien porque me lo pasé genial y aprendí muchas cosas nuevas. Además,
visité lugares en los que nunca había estado y me gustaron mucho” Marta L. 3º
“La excursión a Santiago me
encantó, sobre todo la catedral y conocer la ciudad, me lo pasé muy bien y el
hostal también me rentó, jefe” Marieta O.
4º"
De Mario, con mucho cariño
para Elena.
El primer día empezó
partiendo de nuestro querido instituto a las 8 de la mañana, es decir, tocaba
madrugar. Hora y media después de salir de Santander, hicimos nuestra primera
parada del día en Cudillero, el pueblo de Elena. Nos contó que parte de su
familia y su apellido era de allí, que era un pueblo pesquero y que nos iba a
encantar, y como siempre no se equivocaba. Estuvimos un rato haciéndonos fotos
en un mirador mientras disfrutábamos de las vistas, sin duda nadie quedó
indiferente. Tras volver al bus y estar un rato más, volvimos a parar ya en
tierras gallegas, esta vez en la playa Das
Catedrais, cerca de la frontera con Asturias. Tuvimos mucha suerte, ya que
la marea estaba baja y pudimos verla mucho más en profundidad, y mereció mucho
la pena. Como en Cudillero, nos hicimos fotos, disfrutamos las vistas, y vuelta
al bus. Después de otro rato de viaje entre risas y bromas, pasamos un rato por
A Coruña, donde vimos la Torre de Hércules, uno de los pocos faros construido
por los romanos que queda en pie a día de hoy, y estuvimos paseando por la
plaza de María Pita. Cuando nos dirigimos esta vez al bus para ir esta vez sí
dirección Santiago de Compostela, un pequeño susto invadió el bus: Bea no
encontraba el móvil. Pero tras un rato de intensa búsqueda, aunque parecía que
no iba a aparecer, ¡llegó Martín el
Salvador y lo encontró! Finalmente dejamos las cosas en el hotel, fuimos a
cenar, y de nuevo al hotel a descansar.
Una vez en pie, fuimos a desayunar
a un bar debajo del hotel y proseguimos con nuestra aventura. De camino a la
Catedral para la visita guiada, nos paramos a ver una Iglesia, la Iglesia
Parroquial de San tomé, con cuidado de que no nos atropellasen los coches,
seguimos avanzando. Una vez llegamos a la Plaza de Obradoiro, donde se
encuentra la catedral. Elena nos estuvo explicando que uno de los edificios era
utilizado antes como hospital para los peregrinos que decidían hacer el camino,
así como los distintos tipos de peregrinos que había. Después estuvimos un rato
viendo la fachada de la catedral como la puerta del perdón, que solo se abre en
año santo. Entramos en la catedral para abrazar al Santo y ver el interior,
pero desafortunadamente había alguna cosa en restauración, como el Pórtico de
la Gloria, una de las partes más conocidas de la Catedral. Alrededor de las
12:30, empezamos la visita dividida en dos grupos, y pudimos ver con más
detalles y anécdotas tanto el interior como lo alto. Nos dijo que había una
especie de “pozo” llamado Cruz dos
farapos en donde los viajeros que hacían el Camino tiraban sus viejas ropas
sucias para ponerse unas nuevas. También tuvimos otra visita guiada por el
casco antiguo, en donde nos explicaron más a fondo toda esa parte. Tras tanto
andar, tocaba reponer fuerzas, así que, tras comer, procedimos a seguir. Vimos
lo que nos quedaba por ver de la Catedral y fuimos a visitar de una manera
diferente el Museo del Pueblo Gallego. En vez de tener un guía que nos guiase
por el museo, Elena nos dio una hoja con preguntas, nos organizamos por grupos,
¡y a jugar! Tras una hora aproximadamente de gimkana, nos fuimos a cenar, y
después al hotel a descansar para afrontar el último día.
El último día, desayunamos y
ya con las maletas hechas, nos embarcamos en el bus rumbo a tierras cántabras,
pero con paradas a lugares muy interesantes y bonitos, por supuesto. Primero
paramos en la catedral de Mondoñedo, en Galicia todavía, donde vimos con un
telefonillo de guía la Catedral entera, explicada lugar por lugar. Una vez
terminada de ver, cogimos el bus otra vez, y tras pensar un rato si parar en
Oviedo a ver la catedral o no, decidimos parar y verla, de catedral en catedral
y tiramos porque nos toca. Como en Mondoñedo, nos dieron unos telefonillos y
nos pusimos a escuchar lo que decía la guía, pero solo algunos puntos, ya que
era muuuuy grande y si no, no daba tiempo. Aprovechando el momento, comimos ahí
y nos volvimos a dirigir, esta vez sí, a Santander. 
Algunos alumnos tanto de cuarto como de
tercero han dado su opinión sobre el viaje, veamos qué dicen:
“Me lo pasé muy bien, aunque
nos perdimos un día por la calle, nos pilló en la habitación y Elena casi nos
mata, pero por lo demás estuvo genial” Bea B.
3º
“La excursión me pareció que
estaba muy bien porque me lo pasé genial y aprendí muchas cosas nuevas. Además,
visité lugares en los que nunca había estado y me gustaron mucho” Marta L. 3º
